Las Torres Gemelas parecían eternas, un regalo de EEUU al mundo que debía perdurar en el tiempo como lo han hecho las pirámides de Egipto. Aquellos dos edificios eran el símbolo de la cuidad y un recuerdo de aquella carrera arquitectónica por conquistar el cielo. Ryan Adams (1974) solía pasear por Brooklyn cuando estaba triste, el paisaje desde allí le relajaba. Se sentaba en un banco, encendía un cigarro y se quedaba embobado mirando la silueta de la ciudad desde la distancia.
En septiembre de 2001, unos días antes del atentado terrorista que derribaría las torres, Adams tenía terminado ‘Gold’, que sería el segundo disco en solitario del cantante de Carolina del Norte tras su debut en 2000 con ‘Heartbreaker’. Incluso tenía el vídeo de ‘New York New York’ –el single del álbum- grabado. Una mañana el músico se levantó y pensó que el vídeo que había preparado no representaba lo que él quería y pidió a su sello una nueva versión que enseñase ese rincón de Brooklyn que tanto le gustaba, que captase la esencia de la ciudad que se transmitía en la canción.
El 7 de septiembre de 2001, Ryan Adams volvía a grabar el vídeo de su single con un plano fijo desde debajo del puente Brooklyn que mostraba en todo su esplendor el ‘skyline’ del sur de Manhattan desde el alba hasta el anochecer. Cuatro días después Al Qaeda atentaba contra la ciudad, derribaba la Torres Gemelas y acababa con la vida de miles de personas. El vídeo de Ryan Adams sería el último que grabase el techo de Nueva York en todo su esplendor.
Esta canción de Adams es parte de ‘Gold’, su segundo álbum y el más exitoso de su carrera con cerca de un millón de copias vendidas. Cuando el disco llegó a las tiendas, poco después del atentado, la canción empezó a sonar en las radios y el vídeo aparecía habitualmente en los distintos canales de música de EEUU. El vídeo de la canción, que es un tema de desamor en la ciudad que nunca duerme, acaba con una dedicatoria a todas las personas que perdieron la vida y a todos los que corrieron al socorro de las víctimas.
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Aquel álbum recibiría el aplauso de la crítica gracias a canciones tan potentes y concisas como ‘Firecracker’, ‘The rescue blues’ o ‘Answering bell’. Además fue el comienzo de una racha espectacular que llevaría al músico a editar ocho álbumes en cinco años que le presentarían como uno de los grandes nombres del country alternativo del nuevo siglo y como uno de los compositores más prolíferos de su generación.
Ryan Adams, que es natural de Carolina del Norte, dedicó todos los beneficios de la canción y del vídeo a las víctimas del atentado. Su canción, su oda al amor en Nueva York, acabó en tragedia y su vídeo es, sin lugar a dudas, uno de las últimos que tuvo como protagonista a aquellas dos inmensas torres que eran el símbolo de Nueva York hasta aquella mañana del 11 de septiembre.
Twitter: AcardenalR
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